Todo por un café
Ruta creada por @ElruteroGS
A todos nos gusta disfrutar de una tarde de domingo sentados en la terraza de ese bar o cafetería de confianza, y más con el tiempo que nos viene haciendo. Rodeados de amigos y familiares degustaremos algo mientras compartimos experiencias, risas e incluso nos aventuramos a arreglar el mundo de alguna u otra manera. Disfrutamos del cálido abrazo del sol de primavera mientras que la brisa de la tarde se cuela entre nosotros. Una postal idílica que estamos dispuestos a repetir siempre que nos sea posible.
Hablamos de lo que ocurre en esa terraza pero el camino de llegada hasta nuestra meta qué, ¿no se disfruta? Para un motero como yo, eso es una gran oportunidad para salir a rodar y no se puede dejar escapar. Elegir una buena carretera conocida por el grupo para trazar cómodamente y sin prisas es lo principal en esta pequeña ruta donde nuestro principal objetivo es el de poder disfrutar de un buen café en una maravillosa terraza.
Comenzamos nuestra pequeña aventura reuniéndonos en la venta “Los Arcos” junto a la N-630. Partimos hacia el cruce junto al hostal “Puerta Blanco” para desviarnos y acabar en la N-433. Carretera de amplias curvas y buen asfalto donde poder disfrutar de trazadas limpias con muy buena visibilidad. Además cuenta con varios puntos donde el carril de subida se dobla ofreciéndonos una posibilidad de adelantar más segura. Poco después de dejar atrás Arroyo de la Plata, nos desviamos de nuevo hacia la A-476. Carretera que como por arte de magia nos transportará a otro planeta dejando atrás el color verde, debido a la gran afluencia de vegetación, por el color rojo como si de la misma superficie de Marte se tratase. Prácticamente cruzamos por medio de las minas de Riotinto. Si gozamos de tiempo podemos parar en un mirador ubicado junto a esta carretera y maravillarnos con las vistas de la corta de Cerro Colorado, historia viva de la minería en nuestro país. Una vez cruzado el embalse de Gossan, la vegetación de la zona hará que volvamos de nuestro viaje por tierras marcianas para llevarnos, mediante la A-461 y la A-479, a donde por fin alcanzaremos el objetivo de este paseo motero, Aracena. Tras deslizarnos por sus calles llegamos a la Plaza Marqués de Aracena y en nuestro bar de siempre, sentados en su terraza, disfrutamos de ese café arreglando este mundo a nuestra manera. Mientras, al fondo, en lo más alto del pueblo, la Iglesia del Castillo nos ofrece unas vistas dignas de un cuadro.
Tras echar nuestro rato de cháchara, toca volver a casa, pero el cuerpo nos pide un poco más. Decidimos desviamos por Zufre hasta llegar a Santa Olalla de Cala y allí enlazar con la carretera que empezamos, la N-630. Carretera que nos devuelve de nuevo a nuestro punto de partida. Contamos con carreteras sinuosas y de buen asfalto para nuestro deleite final antes de encerrar a las bestias en el garaje.
Ni que decir tiene que aunque son carreteras que he rodado infinidad de veces, la precaución y los reflejos son compañeros fieles ya que en estos casos la confianza aflora y la verdad, no es buena compañera.
Sin duda, un servidor llega a una conclusión sobre todo lo descrito anteriormente. Cómo nos gusta complicarnos a los moteros el tomar café juntos, ¿no creéis? ; )
Un saludo.
Juan Antº Sánchez
(@ElruteroGS)