Otra ruta de los pueblos blancos
Ruta creada por @ElruteroGS
Como buen bandolero, vuelvo a recorrer estas peculiares tierras a lomos de mi fiel montura para descubrir lugares peculiares que nos harán disfrutar de parajes increíbles. Lugares llenos de historia, ligada a estos personajes que campaban a sus anchas por estas zonas rurales cometiendo todo tipo de fechorías.
En esta ruta tomaremos como referencia la mítica ciudad de Ronda, desde la cual llegaremos al Mar Mediterráneo mediante una famosa carretera de montaña para volver de nuevo al corazón de la serranía rondeña, en nuestro afán por seguir descubriendo nuevos caminos.
Comencemos hablando de Ronda, ciudad que se encuentra en la provincia de Málaga y que lleva el bandolerismo grabado en su historia, contando incluso con un museo dedicado a este fenómeno.
Muchos personajes ligados a este polémico oficio discurrieron por sus calles y parajes cercanos hasta el último de ellos, abatido a tiros en 1934. Una forma de vida furtiva que en la mayoría de ocasiones, acababa de forma trágica.
Abandonamos Ronda para buscar la costa malagueña mediante la controvertida A-397. Carretera de montaña que discurre a los pies del Parque Natural Sierra de las Nieves y que es conocida por su peligrosidad, y la cual goza de abundante tráfico rodado. Frecuentada por motoristas, es de esas carreteras de las que si te sales, el vacío te espera con los brazos abiertos. Deberemos prestar atención para no invadir el sentido contrario a la hora de adelantar por disponer a lo largo del trazado de poca visibilidad y, ni que decir tiene, de sus curvas de infarto.
Tras dejar atrás el puerto de montaña, la estampa que se nos presenta es totalmente diferente. Con el mar de fondo, discurrimos entre urbanizaciones de lujo y campos de golf hasta entroncar con la A-7. Pequeño tramo de autovía que va paralela a la playa y que nos lleva hasta las puertas de la AP-7, punto donde dejaremos la autovía y nos adentraremos de nuevo en la sierra.
Se nos presentan carreteras serpenteantes, sin identificación de carriles y con el bacheado de la misma que hará que nos centremos en nuestra trazada.
Gaucín nos recibe entre pinares y alcornocales. Lo que más sorprende de esta localidad es la disposición del propio pueblo sobre la montaña ya que, al recorrer las carreteras aledañas, parece como si colocáramos un gran paño de un blanco pulcro sobre el valle que forma la sierra. El Castillo del Águila vigila nuestro paso por el municipio y es otro de los atractivos que hacen obligatoria una parada en el lugar.
Seguimos nuestro camino hasta otro de los pueblos blancos existente en esta ruta, Algatocín. De nuevo, su peculiar estructura urbana nos llama la atención formando otra pincelada de blanco sobre el verde de encinas y alcornoques. Recorremos sus calles estrechas y con inclinaciones que nos harán prestar mucha atención a la hora de tomar cada cruce.
La A-369, carretera que tomamos una vez abandonamos Gaucín, es la encargada devolvernos de nuevo a Ronda. Al trazar esta carretera, iremos pasando junto a pequeñas poblaciones como Benadaid o Atajate. En el último tramo de esta calzada, notamos una mejora en el pavimento e incluso la aparición de las líneas delimitadoras de carril que harán más seguro nuestro paso.
Tras muchos kilómetros de carreteras sinuosas es hora de parar a reponer fuerzas. Ronda nos acogió de nuevo y frente a su plaza de toros, degustamos la gastronomía local con unas vistas inmejorables.
Una ruta donde el reloj juega en nuestra contra ya que, si la duración de nuestras paradas se alarga, la vuelta a casa puede verse complicada por la aparición de la noche. La primavera y el otoño son las estaciones más recomendables recorrer estas carreteras, evitando las peligrosas placas de hielo en invierno y las extremas temperaturas en verano.
Una ruta que considero muy completa y que no dejará indiferente a la mayoría de los que decidan rodarla.
Un saludo.
Juan Antº Sánchez
(@ElruteroGS)
Puntos de interés en la ruta
